4 características de un gran proyecto arquitectónico
Un gran proyecto arquitectónico debe reunir estas cuatro características para poder denominarse como tal y ser un buen desarrollo.
Todos lo hemos visto, ya sea en nuestra ciudad o en alguna otra: un proyecto arquitectónico de dimensiones y ejecución increíble, que rebasa todo lo que habíamos pensado hasta el momento sobre el concepto de arquitectura y sus posibilidades.
Características de un gran proyecto arquitectónico
Estructuras increíbles que destacan, pero finalmente nos dejan también con una duda: ¿realmente esto que estoy viendo es un gran proyecto arquitectónico? Hay que ir un poco más allá de la primera impresión (que cuenta y a veces mucho) para tratar de analizar cuatro características importantes:
- Funcionalidad – Todo gran diseño, más allá de su belleza e impacto visual, deberá servir el propósito para el que fueron pensados. Debe tener como eje central el resolver un problema de la manera más eficiente posible en todos los aspectos que podamos imaginar. Distribución de espacios, tránsito, iluminación y muchos otros detalles que en caso de ser tocados por manos expertas pasarán desapercibidos salvo para los ojos entrenados, pero crearán inmediatamente una experiencia completa para cualquiera que visite el proyecto arquitectónico.
- Sustentable – El impacto en el ambiente y sus alrededores que tiene cada nueva edificación no debe tomarse a la ligera. La calidad en la construcción, desde sus materiales hasta los acabados y la firme intención de perdurar al paso del tiempo para convertirse en algo icónico hacen que algunos de estos proyectos dejen de ser un valor agregado más y se conviertan en parte propia de la identidad de una ciudad o lugar. Usar los recursos de la manera más eficiente posible para ayudar al planeta debe ser ahora una prioridad máxima.
- Ser agradables a la vista – Quizás el punto más obvio, pero no por eso el menos delicado. Es fácil distinguir un proyecto que aparte de seguir con una corriente arquitectónica, empuja los límites de lo que estaba originalmente planeado para sí y transforma e impacta inmediatamente. La intención no es volverse una mancha incómoda que arruine el paisaje, sino un acento que llame la atención y lleve a la reflexión.
- Adaptable – Con el cambio como una constante, los alrededores se estarán transformando y el proyecto deberá poder soportar el paso del tiempo para poder mantenerse en un espacio vigente y no convertirse en algo incómodo que eventualmente pueda ser olvidado o reemplazado.
Todo gran proyecto arquitectónico no es sinónimo de coincidencia. Grandes firmas, despachos y desarrolladoras, están detrás de esos majestuosos diseños que son parte del paisaje urbano actual y sólo queda esperar con mente abierta para ver qué es lo que estará trayéndonos el mundo de la arquitectura para el futuro cercano.
