La Ciudad Vieja de Salamanca es proclamada por la ONU como un Patrimonio de la Humanidad desde 1988.
La ciudad tiene sus orígenes en los siglos XVIII al IV a.C, en el cerro de San Vicente. La ciudad se desarrolló a través de la época romana y medieval pero lo que hoy conocemos como la ciudad de Salamanca se desarrolló en el siglo XVI, con un importante resalte cultural y religioso.
La ciudad se construye con el apoyo de los Reyes Católicos, con la protección del cardenal y con la presencia de grandes del arte.
El siglo XVIII supone un clima de barroco para la ciudad. Se dan paisajes neoclásicos. Salamanca se moderniza y mejora su funcionalidad para los períodos de la Guerra de la Independencia y la Ocupación de la ciudad por el Mariscal Soult y la Ley de la Desamortización de Mendizábal.
La ciudad se encuentra construida sobre tres colinas ubicadas a la derecha del río Tormes. Su forma urbana se debe a la red viaria medieval y a las murallas de la ciudad.
La declaración de la ONU está ligada a los tres ejes principales de la ciudad: La Universidad, las Catedrales y la Plaza Mayor.
La Universidad de Salamanca fue fundada por Alfonso IX de León, en 1218. El edificio histórico, mejor conocido como Escuela Mayores, empieza su construcción en 1411 hasta el siglo XIX.
En el caso de la Catedral Nueva de Salamanca, se convierte en la sede de la diócesis de Salamanca. Su construcción se llevó a cabo en el siglo XVI y XVIII, mezclando estilos góticos, renacentista y barroco.
Por su lado, la Plaza Mayor de Salamanca es el centro de vida de la ciudad. Se construyó en el siglo XVIII, con un estilo barroco.
Pero el estilo adorno a ido cambiando con el tiempo. Un corriente actual son las construcciones minimalistas, como lo podría ser “el edifico del pantalón”.