Oficinas corporativas para las necesidades actuales

La labor de los departamentos de recursos humanos hoy en día continúa siendo cada vez más exigente. Las viejas generaciones, como los baby boomers, están terminando de jubilarse para dar pie a los millenials, que se han ido adaptando poco a poco a las reglas actuales del mundo del trabajo.

Sin embargo, sus intereses han obligado para bien a las empresas a repensar cómo las oficinas corporativas se deberían adaptar a las necesidades actuales de los trabajadores, lo cual no es una cuestión de capricho de una nueva generación, sino una tendencia clara que se va replicando en todo el mundo para dar paso a un nuevo modelo de espacios de trabajo.

Oficinas corporativas worker-friendly

Estos son algunos de los aspectos que las oficinas corporativas han modificado para atender las necesidades actuales de sus empleados:

  • Dejar atrás la opacidad en favor de mayor transparencia – Es notable un cambio en la manera en que las oficinas están distribuidas y cómo el concepto de comunicación abierta se ha venido a implantar poco a poco. El uso del cristal en lugar de concreto para delimitar oficinas y dar una mayor sensación de apertura, así como un aprovechamiento de los espacios abiertos para que el ambiente respire más, ayudan a generar limpieza y bienestar.
  • Enfoque en la colaboración – Lejos han quedado ya aquellos espacios donde cada empleado estaba totalmente aislado del mundo en cubículos individuales. Largas mesas donde pequeños equipos conviven han llegado ahora, con pocas divisiones para que la visibilidad y comunicación del equipo sea la prioridad número 1. Inclusive hay modelos en los que las anteriores oficinas de gerentes son reemplazadas con espacios más compactos, que, aunque dan privacidad para asuntos importantes, están accesibles para todos los colaboradores.
  • Flexibilidad para todo tipo de posiciones – Los roles de trabajo han comenzado a transformarse poco a poco dando lugar a nuevos modelos que se han convertido una realidad. Estaciones de trabajo flotantes para posiciones como personal de ventas, esquemas de home office y áreas informales para descanso forman parte de esta nueva tendencia para dejar el rigor del lugar de trabajo fijo.

Estos son sólo algunos de los muchos cambios que han ido generándose con el paso de los años y que continúan siendo llevados gradualmente a formar un nuevo límite para retener a una fuerza laboral cada vez más exigente.

El balance de vida personal y laboral debe ser tratado de manera delicada y precisa para asegurar que la productividad de las empresas siga bien aceitada y genere los resultados deseados.

Graciela Ramírez: